Persona Mediadora
Las personas que formamos parte de Cimega provenimos de diferentes ámbitos como el de la psicología, el derecho, la educación, servicios sociales…y estamos continuamente formándonos tanto a nivel teórico como práctico, ya que consideramos que no basta con los requisitos mínimos que la ley exige para poder ser un buen profesional de la mediación.
La persona mediadora ha de tener además determinadas cualidades personales y naturales, que vayan más allá de cualquier formación, a lo que habrá que sumar una capacidad y estudio de manejo de habilidades y técnicas específicas.
Durante el proceso de mediación, el mediador debe:
– Facilitar el diálogo buscando el beneficio mutuo de las partes.
– Ser imparcial.
– Dirigir el proceso. Se debe lograr un proceso seguro, garantizando idénticas oportunidades para las partes, dejando la responsabilidad a estas acerca del contenido del acuerdo alcanzado.
– Favorecer el entorno/contexto adecuado, indispensable para lograr la comunicación entre las partes.
– Neutralizar los comportamientos negativos que perjudican el proceso.
– Equilibrar el poder de las partes, ya que en caso contrario, la mediación ha de tenerse por finalizada.